𝐔𝐍𝐈𝐂𝐀
Sakura ha estado planeando durante un tiempo la cena de su aniversario con Kazuha, muy emocionada compró los implementos para preparar la comida favorita de la menor, se puso el vestido nuevo sólo para lucirlo frente a sus ojos, y una diminuta lencería para cerrar la noche con broche de oro, ¿Pero qué hizo la menor? Cancelar la pequeña sorpresa de la que aún no era participe dejando a la pelinegra con los crespos hechos y todo la sorpresa para alguien que le toma más importancia a su trabajo que a su vida misma.
"Lo siento mucho cariño, no podré llegar a tiempo para la cena, por favor no me esperes, ¡Te amo!"
Fue lo que dijo para después escuchar unas cuantas risas y colgar.
¿Ni siquiera se acordó de su cuarto aniversario?
¿Qué era más importante que celebrar con su novia una fecha tan importante?
Sakura suspiró pesadamente apretando el aparato entre su dedos soltando cantidad de maldiciones al aire desquitándose con la nada.
Sabe que su novia mantiene una agenda muy ocupada, hubiese podido hacerse de la vista gorda ante la cancelación de la cena y celebrarlo otro día, pero no. Lo que más la tenía con los pelos de punta era el maldito hecho de no haberse acordado de su aniversario, de no haber recordado un día tan especial para ambas.
- Esto no se va a quedar así, Nakamura Kazuha.
El reloj marcaba las 9:00 en punto.
Sakura escuchó la puerta ser abierta para posterior oír resonar los tacones altos de la menor dentro de la casa con cada paso que daba. Se quedó justo dentro de la habitacion que ambas compartían esperando el ingreso de la menor a ella pero no daba rastro.
El departamento estaba en total oscuridad, en silencio absoluto. Kazuha suspiró decepcionada al no encontrar a la mayor en el sofá viendo alguna serie o película en Netflix cómo solía hallarla cada que llegaba del trabajo.
Se quitó los tacones que ya empezaban a tallarle los talones, dejó su cartera sobre la mesa y se recostó sobre el sofá dejándose vencer por el sueño.
"Átame como si no lo supiera, es un juego de roles y yo llevo puesto un disfraz."
Sakura mentiría si dijera que no estaba orgullosa al ver que la primera fase de su plan había concluido con éxito, fue cómo un juego infantil haberse escondido a tiempo para que Kazuha no notara su presencia en casa. Caminó silenciosamente hacía la sala de estar llegando justo al frente de la azabache de puntillas donde dejó caer la bata de la pequeña lencería de encaje que llevaba puesta. Se agachó hasta quedar a la altura del rostro de Kazuha, sonrió en sus adentros cuando la contraria soltó un pequeño ronquido, suele tener el sueño pesado cuando está cansada, pero la pelinegra se aseguraría que esta noche estuviese más que despierta, en especial un gran amigo de la menor.
- Había estado esperando el momento perfecto para esto, pero lo arruinaste mi amor - murmuró besando suavemente los labios de la castaña-, espero que disfrutes esta tortura tanto cómo yo lo haré.
Tomó las esposas que traía consigo y ató las manos de la menor al igual que sus pies al nivelador del sofá juntos dejándola completamente inmóvil.
Se alejó cuando la más alta comenzó a moverse incómoda por la aprensión en sus extremidades, despertando lentamente se alarmó al darse cuenta de que estaba atada mientras una silueta delgada se movía a su alrededor. Se removió en un intento de zafarse de las ataduras pero fue en vano porque terminó lastimándose. Soltó un bufido exasperada y se quedó quieta esperando el siguiente movimiento de la silueta misteriosa.
Sintió un peso sobre sus piernas y un pequeño roce sobre su pelvis por la zona casi descubierta de la otra persona, y unas manos deslizarse dentro de su camisa arañando su piel. - Hey, ¿Qué crees que haces? -preguntó molesta ante la intrusión en su cuerpo por dichas manos.
-Shh... Soy yo, tu novia. -murmuró la castaña en su oído. Dejó de moverse y con la mirada trato de buscar hacía donde se había ido la mayor cuando ya no sintió el peso de la mayor sobre su cuerpo.
-¿Qué carajo Saku- -la mandíbula de Kazuha prácticamente cayó al suelo cuando las luces de la habitación fueron encendidas y vio a su novia dirigirse a ella en una diminuta lencería que a duras penas y lograba cubrir sus partes íntimas.- Sakura... - tragó saliva cuando la castaña se posicionó en su regazo nuevamente y la miró con una sonrisa coqueta.
- ¿Quieres jugar conmigo~? - preguntó inocentemente empezando a menear sus caderas sobre la creciente erección de la menor.
- ¿J-Jugar? - tartamudeó nerviosa mirando a la mayor quién no borraba la sonrisa maliciosa de su rostro.
- Sí. Jugar. - respondió y acercó su rostro al de la castaña, remojó sus labios para después estamparlos con los de la menor quién aún en shock hacía lo posible por seguirle el ritmo. Gimió cuando la lengua de la mayor se introdujo en su cavidad bucal y exploró cada rincón de su boca de manera desesperada. Gruñó cuando se dio cuenta que aún estaba atada y la pelinegra rió entre el beso separándose para mirar lujuriosa a la más alta.- Es algo muy sencillo. - comenzó a explicar. - Si lo logras te dejaré hacer conmigo lo que quieras esta noche, si yo gano, tendrás que irte de vacaciones una semana conmigo a un crucero por el Caribe, donde sólo te concentrarás en mí y me pagarás todas las noches en las que no te pude tener a mi lado, y el hecho de que hayas olvidado nuestro aniversario, ¿Aceptas?
La sonrisa del rostro de la menor se borró, en un instante se puso rígida y se maldijo internamente. - ¿Qué? ¿Aniversario dijiste? - preguntó con la esperanza de haber oído mal, pero la expresión de tristeza de la mayor que rápidamente cambió la hizo querer desear que una rayo la partiese a la mitad en ese momento.
- Sí, hoy es nuestro aniversario Kazuha. Lo olvidaste.
- Sakura yo-
- No vale la pena explicar lo inexplicable, para eso es el juego, ¿No? Te estoy dando una oportunidad de que remedies las cosas, así que entonces, ¿Aceptas? - preguntó nuevamente.
- Sí. Acepto.
La pelinegra sonrió porque sabía que este juego lo tenía sumamente calculado y en sus planes no estaba perder.
- Te explicaré. Si logras librarte de las esposas antes de que me venga justo en frente de ti ganas, pero si no lo logras y me corro antes yo gano y partimos mañana mismo a Francia y no me importa si tienes trabajo importante que hacer, ¿Entendido? - la castaña asintió.
- Bien, mucha suerte mi amor. - un sonoro beso al aire resonó entre las cuatro paredes. La castaña tomó las llaves de la mesa y las dejó sobre los pies de la menor.
- Oye, eso es injusto. No tengo mucha ventaja, fácilmente puedo perder.
- Lo tomas o lo dejas, tu decides.
Kazuha resopló viendo a la mayor alejarse recorriendo cada movimiento al ver cómo dejaba caer su cuerpo sobre el sillón frente a ella. Sakura sonríe antes de llevar una de sus manos a la pequeña tanga de encaje que cubría su vagina y la deslizó tortuosamente por sus piernas escuchando un gemido ahogado por parte de la menor.
- Mierda... - la escucha murmurar mientras la ve apresurarse a tomar las llaves.
El primer gemido de Sakura sale cómo una melodía para los oídos de la castaña. Sube la vista y no puede evitar que su polla se remueva entre sus pantalones ante la caliente vista de su novia deslizando sus dedos sobre sus pliegues húmedos. Uno de sus dedos se dirigió a su entrada simulando pequeñas embestidas hasta que logró entrar en su interior perdiéndose de la vista de la menor, con su dedo pulgar Sakura agitó su hinchado clítoris por la falta de atención.
- Mgh, Kazuha-Chan, piensa en todas las veces que tuve que masturbarme cuando tú no estabas sólo porque te la pasas trabajando hasta tarde. - dijo entre jadeos ingresando a su cavidad un segundo dedo de una sola estocada. - Piensa en todo lo que podrías hacerme si logras quitarte esas esposas.- rió ronco cuando la menor se detuvo a escucharla con detenimiento. - Piensa que esta noche yo podría ser tu pequeña prisionera, y tu una gran policía que podría castigarme por ser una niña mala, por masturbarme frente a ti y estarlo disfrutando. - No solo Kazuha ya se encontraba excitada por esas palabras que en parte la hicieron sentir mal, la pelinegra sentía que en cualquier momento podría correrse solamente con pensar en la polla de su novia empujando contra su intimidad con brusquedad mientras suplicaba por más.
- ¿Eso quieres Sakura? Qué te folle sin compasión toda la noche, ¿Quieres desquitarte conmigo por ser una novia mala y olvidar nuestro aniversario? - gruñó Kazuha mirando a la mayor quién gimió de solo pensarlo, y respondió:
- Sí eso quiero, pero no estoy dispuesta a perder. - gimió llevando su mano libre a sus pechos, deslizó su mano entre el encaje que los cubría y se permitió pellizcarse los pezones con fuerza acelerando las embestidas de sus dedos en su intimidad.- Uh, me voy a correr y aún no logras quitarte esa mierda. No pensé que te dejarías ganar tan fácil con lo competitiva que eres cariño. - la mayor sabía que se estaba metiendo en terreno peligroso cuando observó a su novia llevarse las llaves a la boca con agilidad y ver cómo las incrustaba sobre el seguro de las esposas de sus manos.
- Si alguien va a perder el juego esta noche no seré yo. - apretó el fino metal contra sus dientes y con fuerza giró la cabeza dos veces sintiendo el sabor del metal deslizarse por sus papilas gustativas, el sonido de un click alertó a Sakura cuando vio las esposas que mantenían presa a la menor caer al suelo.
- Agh mi amor, me corro, mgh... - fingió estar alcanzando su punto mientras sus finos dedos seguían estrujando en su interior, Kazuha escupió las llaves y rápidamente se despojó de las esposas que ataban sus pies. Sonrió victoriosa levantándose del sofá para acercarse a la mayor y verla que aún trabajaba dentro de su vagina.
- Tal parece que yo soy la ganadora de este juego.
La menor se inclinó ante la pelinegra y alejó las manos de su cuerpo, tomándola entre sus brazos bruscamente. La pegó a su cuerpo haciéndole sentir la erección que sobresalía de sus pantalones, tomó el mentón de la mayor y la obligó a mirar sus labios.
- Ahora es mi turno de jugar, bebé. - susurró causándole un escalofrió a la pelinegra. Sakura sonrió y miró a la castaña.
- ¿Por qué no juegas con mi coño? Estoy segura que te divertirás demasiado, el también estaría muy contento de ser probado por ti.
- Te voy a joder tan bien la vagina que desearás no tener nadie más aparte de mí para que lo haga. - Sakura gimió ante tales palabras. La menor la jaló hacía la habitación de al lado y al entrar y cerrar la puerta tras ella, empujó con fuerza a la pelinegra sobre la cama escuchando cómo un jadeo salía de sus labios.
"Ahora hazme venir si quieres ver esta vagina bien húmeda."
La castaña rápidamente va hacía la mayor y separa sus piernas posicionándose entre ellas, con fiereza arrancó la diminuta lencería y la arrojó a un lado vislumbrando el fino cuerpo de su novia bajo su disposición entre la oscuridad. Se veía tan sumisa y apetecible de esa forma.
El calor se extiende a través del cuerpo de la mayor cuando Kazuha pone su rostro al nivel de su intimidad sintiendo el aliento de la mayor contra su expuesto coño.
Sakura reprime un suspiro cuando la menor da una lamida sobre su centro, enviándole corrientes eléctricas por todo su cuerpo.
- No te reprimas, esto es lo que querías, ¿No es así? Ahora déjame escuchar tu linda voz, déjame saber que te encanta cómo juego con tu lindo coño, cariño.
Sin esperar una respuesta Kazuha entierra su rostro en la vagina de la pelinegra introduciendo su lengua dentro de ella saboreando cada interior de su ser, Sakura echa su cabeza hacía atrás sintiendo la humedad en su interior. Su lengua sale y entra por varios segundos, saboreando el coño de su novia completamente a su merced. Dos de sus dedos se deslizan por su apertura jugando un poco con ella, y sin hacerse esperar más la penetra de una sola estocada, irguiendo sus dedos mientras toca su punto dulce repetidas veces, siendo la japonesa una ola de jadeos lleva su pulgar hacía su cavidad y pellizca con fuerza su clítoris, masajeándolo para acelerar su orgasmo pero la menor se lo impide y quita su mano escuchando un bufido por parte de la pelinegra. Kazuha introduce un tercer dedo ocasionado que la mayor apretara sus piernas sobre sus hombres, sus caderas se removían inquietas en busca de más profundidad con los dedos de la menor, esta lo nota y con más rudeza da los últimos golpes ocasionando el tan anhelado orgasmo de la pelinegra.
Kazuha se separa de ella mientras ve el pequeño cuerpo de su novia temblar suavemente por el cúmulo de emociones que la inundó segundos atrás.
La menor la obliga a sentarse quedando el rostro de la pelinegra casi a la altura de su cintura, Sakura baja la vista sorprendida ante la erección oculta de su novia, Kazuha toma su rostro y lo inclina hacia arriba viendo el desastre que ha causado en la mayor. Su maquillaje corrido por las lágrimas de placer que soltó momentos atrás eran constancia de que ella había hecho eso y una sonrisa ladina adornó su orgullo.
"La pondré de rodillas y le daré algo en que creer."
- Ponte de rodillas, Sakura. - demandó la castaña. Sakura tragó seco y asintió ubicándose sobe sus rodillas justo cómo se lo ordenó su novia.
- ¿Quieres chuparme la polla? - la pelinegra asiente con sus pupilas dilatadas. Kazuha desliza su pulgar sobre los labios de la mayor abriendo su boca para introducir su dedo dentro de la cavidad bocal de la otra dándole a saborear sus mismos fluidos. - Limpia este desastre primero. - Sakura gime chupando sus fluidos, dejando la mano de la pelinegra con pequeños rastros de saliva que se encargó de limpiar ella misma con su camisa cuando terminó lo pedido.
- Ya puedes hacerlo.
Mientras observaba a su novia, Sakura desabrochó el botón del pantalón que traía consigo la menor bajándolos hasta los tobillos al igual que sus bóxers. Su erección fue liberada y Kazuha soltó un suspiro de alivio tomando su longitud entre sus manos alineándolo sobre los labios de la castaña.
Sakura le da paso al pene de la menor y levantando su mano envuelve la base de su pene. Con su mismo líquido pre-seminal sobresaliente la frota de arriba hacia abajo en lentos movimientos estimulándola antes de acercar su boca de nuevo y envolverla alrededor de la punta succionándolo suavemente hasta tener toda la longitud dentro de su boca, le da una mirada a Kazuha y comienza con una rápido vaivén con su cabeza sobre la polla de su novia.
- Joder... - maldice la menor. Sus manos fueron directo al cabello de la pelinegra empuñándolo con fuerza, empujando más su rostro sobre su pene, Sakura podía sentir la punta del pene de su novia hacerle cosquillas dentro de su garganta, agradecía no tener reflejo nauseoso para poder soportar el pene de gran magnitud de la azabache.
- Mhm... - gimió cuando sintió toda la punta tocar su úvula. Las embestidas no tardaron en llegar, Kazuha se encontraba follando su cara de manera ruda, su respiración era entrecortada, mantener la polla de su novia en la boca era todo un reto, 15 cm empujando con fuerza en ella era sumamente delicioso, hasta el punto en el que la pelvis de la menor reposó justo sobre su nariz.
Kazuha se alejó dejando su polla erecta al aire, Sakura gruñó por la pérdida y miró atentamente el próximo movimiento de la castaña. - ¿Quieres que te joda la boca? - Sakura asiente sin titubear. Abre la boca no muy grande dejando su cavidad a disposición de su novia, Kazuha sonríe y agarra el cuello de la pelinegra posesivamente y la atrae hacía su polla para introducirla y comenzar a menear sus caderas sobre su boca, golpeando fuerte sobre su garganta, follando su cara tan jodidamente bien.
- ¿Te gusta que te folle la boca así? - Sakura asintió. La castaña tomó los cachetes de su novia y presionó su polla hasta el punto que escuchó las arcadas de Sakura asfixiándose con ella. Sin quedarse atrás, la mayor tomó las bolas de la menor y las apretó con la misma fuerza que empleaba la menor con sus embestidas. - Oh sí... - suspiró jadeante ante el toque.
- Mgh... - jadeó la mayor cuando escuchó el fuerte gemido de la menor posterior a sentir todo el orgasmo de la castaña deslizarse por su garganta tragando y exprimiendo cada gota de él.
La pelinegra se separó y un pequeño hilo de saliva aún la unía a la polla de su novia.
- Súbete a la cama con las piernas abiertas.
Sakura parpadeó varias veces y chilló ante la nueva orden de su novia. Acató lo dicho y se tumbó sobre la cama completamente desnuda y con las piernas abiertas esperando a Kazuha.
Kazuha se terminó de desnudar completamente bajo la mirada de la mayor, se acercó a la cama y se subió quedando encima de la pelinegra, su rostro a la altura del otro.
- Te amo Sakura, y sé que una buena follada no va a compensar mi mal comportamiento así que sin importar que yo haya ganado este juego partiremos mañana mismo al crucero porque te lo mereces por soportar a esta idiota. - la mayor asintió e intentó reprimir las lágrimas fallando en el intento, Kazuha inclinó la cabeza y plantó un beso sobre su frente.
- También te amo Kazuha, no importa que hayas sido una idiota.
Ambas rieron suave y se besaron. La mayor enredó sus dedos sobre la larga cabellera chocolate de su novia incitándola a profundizar más el beso.
"Dame todo lo que tengas cuando veas esta vagina bien húmeda."
La menor se separó a fuerza porque la pelinegra no estaba dispuesta a ceder y entre besos recorrió el cuerpo de la mayor, humedeciendo cada parte de su cuerpo, marcándola cómo suya, dejándole claro a la mayor que le pertenecía y Sakura no podría contrarrestar eso.
Kazuha se arrodilló casi sobre sus rodillas y atrajo a la pelinegra hacia ella, enredando sus piernas sobre su cintura tomó su polla y jugó con ella en la entrada de la mayor lubricándola antes de entrar en ella cómo si no hubiera un mañana.
- Oh cariño... - gimió la mayor sintiéndose por fin llena por completo. Kazuha se apoyó sobre las rodillas contrarias y comenzó a embestir a la mayor de manera ruda, la de cabellos negros se aferraba con todas sus fuerzas a las sábanas al sentir a su novia tocar fondo tan malditamente bien. Kazuha gruñó sintiendo cómo las paredes de su novia apretaban su miembro duro dentro de ella y la obligaba a dar todo de sí.
Kazuha irguió a la mayor envolviéndola en sus brazos, quedando en esa posición se permitió empujar más profundamente sobre ella, Sakura la besó comenzando a dar pequeños saltos sobre la polla de su novia, ambas gruñeron en medio del beso y la pelinegra rompió la unión dejando caer su cabeza hacía atrás sosteniéndose sobre sus piernas, Kazuha aprovechó y llevó su boca al cuello de la mayor mordisqueando su piel, mientras que sus manos se dirigieron a sus pechos amasando y pellizcando sus pezones con vigor.
Dejando escapar un gemido bajo después de sentir esa corriente eléctrica sobre su pelvis, Kazuha empujó a la pelinegra hacía abajo y la ahorcó son su brazo fuerte ganándose un gemido ahogado por parte de la mayor, levantó la palma de su mano y la estampó con fuerza sobre el trasero de la mayor.
- Ahg, sí, dame más. - la mayor sonrió y siguió golpeando su almohadas con fuerza dejándolas rojas y ardientes por cada bofetada en ellas.
El puño de la castaña se cerró sobre el cabello sudoroso de la mayor y la jaló hacía atrás.
- Oh Dios mío... - gimió fuerte sintiendo cómo su orgasmo la alcanzaba.
- Oh Sakura, córrete sobre mí. - las piernas de la pelinegra se apretaron con fuerza sobre la cintura de la menor, su coño asfixio la polla de la menor, su orgasmo llegó cómo una cascada, humedeciendo todo a su paso, y Kazuha derramó toda su semilla dentro de ella.
Kazuha plantó un beso sobre sus labios antes de alejarse y acostarse a su lado regulando ambas su respiración después de tal acción.
El ambiente se tronó silencioso al cabo de unos minutos, no era incómodo o algo parecido, sólo eran ellas y eso hacia que estuviera bien.
- El próximo año también olvidaré nuestro aniversario para repetir esto.
- Oh no, ni te atrevas Nakamura Kazuha, si lo haces de nuevo te corto los pezones.
- ¡Ay! - exclamó la menor al sentir un tirón en uno de sus pechos. - Oye, era una broma, de verdad lamento haberlo olvidado.
- Está bien, pero no es algo que tome a la ligera, así que tendrás que hacer mucho para ganarte mi perdón.
- ¿Lo de hoy no cuenta? - un puchero adornó el rostro de la menor y Sakura rió.
- No, tendrás que hacer mucho más.
- Es lo menos que podría hacer. - Kazuha sonrió y acercó a la mayor a su cuerpo atrapándola entre sus brazos.
- Sakura...
- ¿Sí?
- ¿Estás tomando las pastillas?
- Mmm, no. Dejé de hacerlo desde que ya no me tocabas. - murmuró bajo.
- Carajo.
- No creo que pase nada, si no qu-
- No, no, la idea es genial, ¿Tú quieres tener un bebé conmigo, mi amor? - preguntó esperanzada ante la respuesta de su novia.
- Me encantaría. - afirmó con una sonrisa.
- ¡Sí! No sé diga más, esperaré a esa criatura con ansias. - picoteó suavemente la mejilla de la mayor con suma felicidad.
- ¿De verdad? - preguntó Sakura con ilusión.
- No creo que haya algo más que fortalezca nuestra relación. Sería la mujer más feliz del mundo si quedas embarazada.
- Y yo sería más que feliz con cargar a nuestro bebé. - dijo acurrucándose más en los brazos de la castaña. - Pero sabes Zuha...
- ¿Qué?
- Deberíamos aumentar las posibilidades. - murmuró en una pequeña risita.
- Pequeña gatita traviesa. - rió la menor besando los labios de la pelinegra. - Estoy más que de acuerdo.
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